Desde hace 50 años, los científicos han creído que los impactos de meteoritos y asteroides en nuestro planeta eran capaces de crear una nueva forma de diamante, el Lonsdaleíta, también llamado diamante hexagonal. Fue hallado por primera vez en 1967 en el cráter Cañón del Diablo en Arizona, formado por el gran meteorito del mismo nombre.
Pero, ¿cual es su origen? Nunca han sido encontrados o sintetizados cristales puros del mismo, lo que suponía un enigma. Un grupo de científicos de la Universidad Estatal de Arizona ha encontrado una explicación para ello, afirman que el Lonsdaleíta es, en realidad, un diamante ordinario, pero que al recibir golpes, o bien sufrió una deformación plástica en su estructura, o bien se produjo un crecimiento de cristales desequilibrado.
Sin embargo, defectuoso no quiere decir inutil ya que este "nuevo" mineral presenta una dureza excepcional, más que los que se utilizan en joyería, y una mayor resistencia que podrían resultar un alto potencial en la industria.a demás, ha sido ampliamente utilizado por la comunidad científica como un indicador de antiguos impactos de asteroides en la Tierra, incluidos lo relacionados con las grandes extinciones.
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